martes, 2 de noviembre de 2010

Jugadas de Museo



Autorretrato para un museo 2010 revisión


El retrato es habitual en cualquier museo del mundo, la historia del arte contiene sublimes obras en cualquier disciplina. En tiempos pasados los personajes de estos retratos eran de la realeza, poderosos o famosos (escritores, políticos, etc).

La época moderna libera esta norma por los profundos cambios tanto sociales como técnicos y aporta una iconografía muy diversa a los museos, especialmente la fotografía ya que es un medio inmediato de captar imágenes que poco a poco van llegando a espacios reservados casi exclusivamente a las artes mayores, aportando una variedad infinita.

En este trabajo quiero recoger el testigo clásico y actualizarlo con los personajes que en este tiempo aclama la gente. Futbolistas, jugadores de baloncesto, nadadores olímpicos, deportistas de élite en la disciplina que sea. Tótems actuales llegando a ser dioses de una moderna religión. Personas como cualquiera de nosotros que, con una disciplina infinita y aptitudes increíbles hacen soñar que podamos estar ahí desafiando como éllosas leyes de la física, para correr, hacer canastas, goles o jugadas que debieran ser obras de museo.

Como hago habitualmente en mi obra, busco en lo inmediato y cercano como símbolo de lo universal. Córdoba, mi ciudad, y sus hijos o invitados ilustres. Desde el Córdoba Club de Fútbol hasta el baloncesto y los deportes olímpicos ó paralímpicos han llenado de gloria y orgullo patrio nuestro corazoncito.En lo formal, regreso a mi mundo Pictórico -Fotográfico. Por un lado, miro tras los cuadros descolgándolos de las paredes del museo para incorporar en su reverso a estos personajes ilustres, lo hago en  obras de pintores no menos ilustres como mi paisano Acisclo Antonio Palomino. El fin es proponer una renovación partiendo de nuestro pasado, cual Ave Fénix.En la segunda serie, la acción convive con el museo creando una tensión que rompe la quietud y sosiego. Es el contrapunto que propongo para equilibrar mi pugna entre deporte y museo.

Estos son mis argumentos para explorar los valores expresivos de las personas que conforman este universo y captar sus acciones de una manera  creativa. ¿Se puede recrear una jugada histórica en las salas de un museo, al lado de obras de pintores de la talla de Julio Romero de Torres o esculturas de Mateo Inurria?. ¿Se puede convertir en cuadro de museo la fotografía de uno de los jugadores mas aventajados de la liga ACB?. ¿ Se puede nadar en la historia del arte?. No sé, tal vez tengamos que luchar un poco, aunque sea a puñetazos. 

Ellos tienen medallas que lo avalan. Yo solo pretendo ser un médium


Gerardo Amían
Sobre el reverso de la pintura Niña de la perla
de Rafael Romero de Torres Pellicer (Córdoba, 1899-1984)


El diálogo

¿Quién dice que los caballos no pueden hablar? Lo hacen, desde luego. Pero hay que saber entenderlos. Ese don, privilegio de pocos, lo posee Gerardo Amián, el hombre que construyó junto al anglo árabe Klux Klux una de las alianzas más extraordinarias que se conocen en el mundo ecuestre cordobés. Amián adquirió en la ganaderia de Joaquín López Marín un caballo de dos años, con buena planta y la predisposición genética de sus progenitores: el purasangre Averroes y la yegua Formosa. Pretendía competir con él en pruebas de salto de obstáculos, pero Klux Klux le convenció de lo contrario. Mostró un vigor y un talento formidables en una de las carreras más duras de Andalucía, las 6 Horas de Pineda, y Amián reconsideró su idea inicial. Escuchó al caballo y lo entendió. Ambos se dedicaron al raid hípico, la competiciónmás feroz y exigente. Lo que sucedió después forma parte de una leyenda: tres títulos de campeón de España, una medalla de plata en los Juegos Ecuestres de La Haya y decenas de competiciones nacionales en las que el peculiar binomio causó la admiración de todos. La alianza duró once años. A los 24, en febrero del 2008 Klux Klux murió. Desde entonces se celebra un torneo anual en su memoria, en perpetuo homenaje a aquellos tiempos en los que Gerardo Amián escribió una parte fundamental de su lustroso expediente como uno de los nombres imprescindibles de la hípica en Córdoba.

Gerardo Amián García de Novales (Córdoba, 1958) ha sido campeón de España de Raid Hípico individual (1993), campeón de España de Raid Hípico por equipos (1994, 1995), medalla de plata en los Juegos Ecuestres de La Haya (1994), 1º en el Raid Internacional de Madrid (1995), medalla de bronce en el Campeonato de España (1994) y triple medallista de oro en Campeonatos de Andalucía de Raid.


Rafael Berges
Sobre el reverso de la pintura Domingo en Córdoba a orillas del Guadalquivir
de Rafael Romero Barros (Moguer, Huelva, 1832 - Córdoba, 1895)

El tiempo es oro

Que todo sucediera tan rápido fue un hecho que cobró su significado al final, cuando losacontecimientos precipitaron el adiós. Los logros se acumularon vertiginosamente en elexpediente de Berges, que antes de los 20 años había jugado más de 60 partidos en Segunda B con el Córdoba. Se fue al Tenerife, donde vivió aquellas ligas perdidas por el Real Madrid en la última jornada. Saltó después al Celta, donde le recuerdan como uno de los imprescindibles en el mejor equipo de todos los tiempos, aquel hurarán celeste que sembró el pavor por los escenarios de España y Europa con un estilo que aunaba eficacia y belleza. 
Allí cerró su etapa como jugador con la certeza de no haber llegado a su tope. Lo impidió una grave lesión cuando estaba a punto de cumplir los 28. Cuando regresó a casa para formar parte de uno de los más enloquecidos proyectos blanquiverdes de la última década, sabía ya que su destino estaba en los banquillos. En su casa guarda algo de lo que nadie en Córdoba, el paraíso de la joyería, puede presumir: una medalla de oro olímpica. Él estuvo allí, en aquella final ante Polonia en los Juegos de Barcelona’92, formando parte de un once para la historia: Toni, Ferrer, López, Abelardo, Solozábal, Berges, Luis Enrique, Guardiola, Lasa, Kiko y Alfonso. “Lucha por tu camino”, le aconsejó un día un compañero de profesión. Está en ello. 

Rafael Berges Marín (Córdoba, 1971) jugó en el Córdoba (2ªB), el Tenerife (91-93) y el Celta (93-2001) antes de terminar su carrera en el Córdoba (2002). Conquistó la única medalla de oro del fútbol español en unos Juegos Olímpicos en Barcelona’92.





Paco Bustos
Sobre el reverso de la pintura Bodegón de naranjas
de Rafael Romero Barros (Moguer, Huelva, 1832 - Córdoba, 1895)

El ciclo perfecto

Jugar en el equipo de tu barrio, ingresar en el club más representativo de tu ciudad, progresar y dar el salto a un club de la máxima categoría nacional, seguir destacando y ser fichado por el mejor equipo de tu país, conquistar títulos nacionales e internacionales, vestir la camiseta de la selección española, cimentar un prestigio, construir una carrera en clubes de primer nivel, volver a casa, jugar en un equipo de tu tierra y sentir el respeto de todos antes de decir adiós. El ciclo perfecto de un deportista. Con eso sueñan todos. Algunos lo consiguen. A Paco Bustos se le puede ver cualquier día paseando por la ciudad con su familia. Un hombre joven, ataviado con chandal, que pasa desapercibido entre la multitud. Es uno de los mejores deportistas cordobeses de siempre, una presencia imprescindible para los seguidores del balonmano local, que vivieron su florecimiento y paladearon, desde una distancia cercana, sus logros entre los más grandes. El destino quiso que uno de ellos se produjera muy cerca de su barrio, el Campo de la Verdad, en 2001. Bustos formaba parte de un Barcelona que acudió al Palacio de Deportes Vista Alegre para hacer lo que en aquellos tiempos era una tiránica costumbre: ganar. Alcanzó la Copa Asobal. Cuando el legendario capitán Barrufet recibió el trofeo miró a un chaval que lucía el número 15 y le ofreció compartir el gesto victorioso. Aquel muchacho era Paco Bustos. 

Francisco Bustos Gámez (Córdoba, 1977) ha jugado en el el Cajasur Córdoba, Gáldar, FC Barcelona, Cangas, Alcobendas, Algecias y Antequera. Ha sido tres veces internacional con España y en su palmarés sobresalen una Liga Asobal, una Copa de Europa, una Recopa de Europa, dos Supercopas de España y dos Copas Asobal.


Antonio Cabello
Sobre el reverso de la pintura Huida a Egiptode Antonio Palomino
(Bujalance, Córdoba, 1655 - Madrid, 1726)


Piñón fijo

Contaba apenas 25 cuando le ocurrió aquello. El chasquido fue seco, brutal, definitivo. Juan Fernández y José Luis Laguía, dos tipos duros, jóvenes y ya curtidos en el sufrimiento de la carretera, se sobrecogieron al ver ese brazo izquierdo roto, desmadejado, dibujando un ángulo imposible y trágico en el cuerpo caído de un ciclista a pocos metros de la meta en Larrúa. Maldito sprint. Ese chico tenía agallas, sin duda. Antonio Cabello sabía a lo que iba. Se le metió en la cabeza lo del ciclismo en unos tiempos en los que en su tierra, en Córdoba, los niños querían ser futbolistas o toreros.“Que a nadie se le olvide que yo me hice ciclista en el norte. Me fui con la maleta y allí me dieron todo tipo de palos. Para llegar a ser algo necesitaba hacer mucho más que los demás”, recuerda. La Vuelta a Galicia era una oportunidad demasiado poderosa para dejarla pasar sin darlo todo. Todo. Tuvieron que reconstruirle la parte superior de la extremidad, padeció un calvario para rehabilitarse y volvió a subirse a la bicicleta. Pero nada fue igual que antes. A menudo el deporte no tiene piedad ni memoria. Y Antonio Cabello, el primer ciclista cordobés que fue profesional, volvió a casa y puso una tienda de bicicletas. ¿Fin? De etapa, quizá. Pero la carrera continuó.


Antonio Cabello (Córdoba, 1956) fue ciclista profesional durante tres temporadas, el primer cordobés en conseguirlo. Fue el promotor y fundador del único equipo profesional de Andalucía, que compite con el nombre de Andalucía Cajasur y del cual es director deportivo. Su hijo, Antonio Cabello júnior, forma parte de la plantilla después una exitosa trayectoria durante su formación.



Luis Castro

Sobre el reverso de la pintura Alegoría de la redención de Antonio Palomino 
(Bujalance, Córdoba, 1655 - Madrid, 1726)

Querida máquina

A todos les pasa lo mismo. La máquina y ellos son uno. El piloto discute con su moto, la idealiza, le pide fidelidad y respuestas correctas en los momentos clave, le suplica que no le falle cuando más lo necesita, le exige con frecuencia más de lo que puede dar y se enfada cuando eso no sucede, aunque siempre existirá un momento para la reconciliación. Como en un matrimonio. Luis Manuel Castro, en los circuitos desde 1995, sabe que no es bueno que la máquina mande. En la moto, como en los  toros, al azar más vale no tentarlo. Pero no conviene olvidar que está ahí. Que se lo cuenten a este cordobés apasionado y vehemente, que se ha caído varias veces y se ha levantado muchas más. El quirófano, el gimnasio, la pista, el podio. El itinerario de un motorista de raza, un incomprendido desde que con la testarudez de los adolescentes decidió vivir la vida sobre dos ruedas. "Se te acabaron las motos, ¿verdad?", le dijeron sus amigos cuando sufrió un accidente de tráfico y se rompió una mano. Con la indemnización que recibió, financió otra máquina. La fue poniendo a punto con lo que sacaba durante los fines de semana vendiendo en el mercadillo. A los 18 años debutó en el Campeonato de Andalucía. Hasta hoy. Su nombre es una referencia en el motociclismo andaluz.


Luis Manuel Castro (Córdoba, 1977) inició su trayectoria en 1995 compitiendo en el Campeonato de Andalucía de 75cc. Durante un decenio ha compuesto un palmarés único en el panorama andaluz. Es el fundador y eje del primer equipo profesional de motociclismo de la capital, el Córdoba Patrimonio de la Humanidad.



Elena Domínguez
Sobre el reverso de la pintura San Juan Evangelista
de Baltasar del Aguíla (Montilla, Córdoba, h 1540 - Córdoba, 1599)


Maestra

Ella estuvo ahí, en el sitio justo para vivirlo todo hasta el límite. Quizá no para comprenderlo,como tantos otros, pero sí para percibir con total intensidad la magnitud de unos sucesosextraordinarios. Increíblemente bellos. Lamentablemente irrepetibles. Elena Domínguez esmaestra. Se dedica a enseñar, una labor en la que alcanzar la excelencia requiere que antes se haya aprendido mucho. Si hablamos de voleibol, Elena Domìnguez es catedrática. Esa jovenque adiestra a los talentos en formación en el Guadalquivir Futuro, un proyecto emergente desde los patrones de la humildad, fue un día uno de los estandartes de la edad de oro de esta especialidad en Córdoba. Fue hace apenas un lustro cuando Elena, rodeada de atletas que llegaban de todos los rincones del planeta, participó con un equipo de su tierra en la Superliga, el grupo de élite del deporte que siempre amó desde que en edad benjamín comenzó a jugar en el Adecor. Entró en el paraíso con gestas teñidas de azul y sufrió el desplome de un equipo legendario al que se tragaron las dificultades económicas. Aquel milagro ambulante estalló. Con el corazón aún encogido cruzó la acera para enrolarse en el Cajasur Córdoba, el otro representante de una ciudad que llegó a llevar la etiqueta de vanguardia enel deporte femenino antes de que todo se derrumbara. Del todo a la nada. ¿Creen que se ha rendido? Elena vive y juega para contarlo.

Elena Domínguez Gutiérrez (Córdoba, 1981) es una de las jugadoras más emblemáticas del voleibolen Córdoba. Forjada en las divisiones inferiores del Adecor, llegó a militar en la máxima categoría del país participando en todos los ascensos. También jugó en el Cajasur Córdoba, de la Superliga. Es directiva, entrenadora y jugadora del Fundación Guadalquivir Futuro, un proyecto deportivo-social que se ha convertido en un referente en la ciudad.


Domingo García

Sobre el reverso de la pintura Sin título
del Equipo 57 (Córdoba, 1957 - 1961)

Maneras de vivir


Querer es poder, asegura el más célebre y contundente aforismo que existe para incitar ala autosuperación. La frase no tiene ningún poder en sí misma. Excepto si uno la cree con fe ciega y, sin ponerla jamás en cuestión, se la apropia como ley de vida. Hay gente que se atreve a hacerlo, por más que les tachen de ilusos. Las decisiones valientes nogarantizan el éxito, pero sí provocan el respeto. El mismo que se ha ganado a pulso Domingo García, un hombre que exprime su naturaleza hasta el límite. Fue uno de los más fuertes de España, una estrella del powerlifting -levantamiento de peso en banca- que consiguió representar a España en los Juegos Paralímpicos, bien como competidor o, más tarde, como juez árbitro. Ahora se ha propuesto elevar el nivel del atletismo en su ciudad desde la presidencia del club Deportivo Sur Córdoba 2016. Sus sueños cabalgan sobre una silla de ruedas. Eso, claro, es sólo un detalle. Una peculiaridad. "Nunca he estado de acuerdo con las etiquetas y como afectado me cuesta aceptar esa terminología de discapacitado que me colocan, a pesar de nuestras muchas limitaciones. Por eso me pregunto y les pregunto a ustedes: ¿Acaso alguna vez no se han sentido discapacitados a la hora de correr 100 metros en determinado tiempo, de estudiar una carrera universitaria o sencillamente a la hora de entender las reglas de determinados deportes?". 


Domingo García Pérez (Córdoba, 1962) participó en los Juegos Paralímpicos de Sidney 2000 en powerlifting, una especialidad en la que se proclamó el mejor de España en los Mundiales de los Emiratos Árabes en 1998. Allí fue décimo y batió el récord nacional, que luego mejoraría en 26 ocasiones. Como juez ha intervenido en Europeos, Mundiales y Panamericanos. Es presidente del Club Deportivo Sur Córdoba 2016 de atletismo.



Ricardo Guerrero
Sobre el reverso de la pintura San Nicolás de Bari
de Pedro de Córdoba (activo en la 2ª mitad del siglo XV)

La duda eterna


"Estábamos cinco en una tienda North Face de 3 personas. Yo estaba en el extremo trasero junto a la puerta del ábside, encargado como siempre de uno de los infiernillos para la cena y el desayuno, por lo que tuve que ponerme, además del saco, el mono de plumas para pasar la noche. Por supuesto, no dormimos. El viento racheaba con fuerza desde que anocheció y cuando dieron las dos de la mañana, hora prevista de salir para la cumbre, todo indicaba que no era recomendable salir. O eso nos parecía a nosotros. Y, sin embargo, nos quedó la duda. Estábamos a 7.600 metros de altura en al Campo III del Cho Oyu y sólo nos separaban 600 metros de la cumbre. Éramos cinco principiantes en su primera expedición a un ochomil y nos quedó efectivamente la incógnita de si podíamos o no haber hecho cumbre esa fría mañana del mes de mayo de 2001. José Antonio Campos y yo lo hablamos cada vez que surge el tema y siempre pensamos que tal vez, con algo más de experiencia, lo hubiésemos hecho. Pero lo único realmente cierto es que aunque puede haber decisiones más acertadas que las que uno toma en un determinado momento, la que tomamos esa noche lo fue porque eso nos ha permitido hacer otras muchas montañas y nos permite ahora, en el pos-monzón de 2007, volver a intentarlo". 

Ricardo Guerrero (Córdoba, 7-7-1960) ha escalado los picos más altos de Europa, América y Asia: el Mont Blanc (1996), el Aconcagua (1997, 2002 y 2007), el Pico Lenin (1999), el Cervino (2000), el Cho Oyu (2007), el Broad Peak (2003), la Montaña Blanca (2004), el Shisha Pangma (2006), el Alpamayo (2007) y el Everest (2008).



Rafael Lozano
Sobre el reverso de la pintura Mora en su jardín
de Rafael Romero Barros (Moguer, Huelva, 1832 - Córdoba, 1895)

A golpes


Hay que tener arte para ganarse la vida dando puñetazos cuando uno mide metro y medio yapenas alcanza los cincuenta kilos de peso. A Rafa Lozano se le metió en la cabeza lo de ser boxeador cuando era un adolescente rebelde, ansioso por encontrar su camino, criado en una familia de héroes soñadores: tiene un hermano bailaor y su padre vende de todo, desde paraguas hasta camisetas del Madrid, haciéndole la competencia en sus mismas puertas al poderoso Corte Inglés. Díganme si eso no es echarle valor al asunto. Rafa peleó por primera vez a los 16 años. Desde entonces siempre estuvo a la altura. Se ganó el aprecio y el respeto de la gente, que sabe en el fondo quién se la está jugando. La vida, digo. Para un boxeador, cada combate es el último. Lozano siempre lo tuvo claro. Acumuló victorias a ritmo endiablado, asombrando a aficionados y rivales que se preguntaban cómo era posible esa fuerza explosiva camuflada en un cuerpo de niño. Hizo historia en su deporte y emocionó a todo el país con sus hazañas olímpicas. El Balita dio puñetazos en el ring y los encajó en la vida, que le ha dado algunos golpes bajos. Siempre le quedarán su indomable corazón y sus manos, las mismas que pueden estar por la mañana estrechando las del Rey de España en la Zarzuela y por la tarde atando las cuerdas de los guantes a un chaval en un modesto polideportivo de Córdoba.


Rafael Lozano Muñoz (Córdoba, 1970) es el boxeador español con mejor historial olímpico: quinto y diploma en Barcelona'92, bronce en Atlanta'96 y plata en Sidney'2000. Ha acumulado más de 70 medallas en campeonatos nacionales e internacionales como amateur.

Carlos Machado

Sobre el reverso de la pintura Calvario
Anónimo Cordobés (activo en la 2ª mitad del siglo XVI)

Con los suyos

Murcia, 2008. El palista eleva el brazo con el puño cerrado, golpeando el aire con el corazón sobrecogido. No es la primera vez que realiza ese gesto, una rúbrica en el viento a un trabajo concluido del mejor de los modos posibles. No será la última. Carlos David Machado acaba de proclamarse campeón de la Copa del Rey en una disciplina de las consideradas raras por el gran público, un deporte que ocupa lugares residuales en los medios de comunicación de masas pero que se ha convertido en una seña de identidad de un pueblo cordobés, Priego, en el que este joven es una verdadera celebridad. Le nombraron hijo predilecto de la localidad y sus paisanos le paran por la calle, como a los futbolistas, pero no para que les firme un autógrafo sino para cerciorarse de que sigue con ellos, de que no se marchará tentado por las ofertas de otros clubes y continuará luchando por mostrar algún día el título de campeón de Liga desde el balcón el Ayuntamiento. Lo lleva soñando desde que era un niño, desde el día en que su hermana se casó con Luis Calvo, legendario jugador catalán formado por maestros chinos que había sido internacional con España. Carlos tenía tres años. A los doce era el campeón de España alevín y el estandarte de un club familiar sin parangón en la historia: Calvo entrena y sus hermanos José Luis, Jesús y Miguel Ángel han sido jugador, delegado y presidente. 


Carlos David Machado (Priego de Córdoba, 1980) ha desarrollado toda su trayectoria deportiva en el Cajasur Priego, con el que ha conseguido tres veces la Copa de España. Internacional con España, ha logrado proclamarse campeón individual en todas las categorías del tenis de mesa, desde alevín hasta sénior.

Sara Moreno
Sobre el reverso de la pintura Piedad atribuida a Francisco de Castillejo 
(activo en Córdoba en la 2ª mitad del siglo XVI)

Mejor que mejor

A Sarita le gustaba jugar al fútbol con su padre. No lo hacía mal. Peloteaba en la calle, con la chiquillería de Villarrubia, el pueblo donde nació y en el que comenzó a fabular esos escenarios ideales que de niños sirven para estimular las aspiraciones más firmes. Quería ser futbolista. Cuando con 14 años ingresó en un equipo de la capital, el Deportivo Córdoba, no podía imaginar lo que sucedería después. Ni ella ni nadie. Un decenio después, puede decir que apenas le quedan desafíos por cumplir. Aquellas chavalas que instalaron su cuartel en el pabellón del Polígono Guadalquivir son hoy las mejores de España en su deporte. Sarita es ahora Sara Moreno en las alineaciones de los periódicos y en los listados que la Federación Española publica con los nombres de las jugadoras internacionales. Cuando las adversarias otean a lo lejos su sempiterno pañuelo negro en la cabeza saben lo que les espera. La cordobesa es una de las estrellas de un campeonato que, como ocurre con todos los deportes que orbitan alrededor del fútbol, carece de dimensión social y apenas tiene eco mediático más allá de los límites domésticos. Para entendernos: si esto fuera fútbol, Sara sería algo así como el madridista Raúl. El emblema del club, el símbolo de una época triunfal. No hubo jamás un deportista cordobés que alcanzara la internacionalidad absoluta proyectándos desde el equipo de su ciudad. Hasta que llegó Sara.


Sara Moreno Molina (Villarrubia, Córdoba, 1985) ha jugado toda su vida deportiva en el Cajasur Deportivo Córdoba, exceptuando un breve periodo en el Valladolid. Con el equipo cordobés ha conquistado el título de campeón de Liga de División de Honor, la Supercopa de España y la Copa Ibérica. Internacional con la selección española absoluta.

Rafael Muñoz
Sobre el reverso de la pintura Vista de Córdoba
de François-Antinie-Bossuet (Yprés, Belgica, 1800 - Bruselas, Belgica, 1889)

El fenómeno


Cuando alguien alcanza la cima en una actividad, cuando la vara de medir el éxito esuno mismo, se suele decir que nació para eso. La naturaleza dotó a Rafael Muñoz de una estructura física perfecta para la natación. Altura, musculatura, envergadura de brazos, coordinación… Una carrocería de lujo que necesitaba un motor: la voluntad. Él la encontró, más dentro de sí mismo que en el entorno, y de conjunción surgió el más grande campeón que jamás haya visto la natación española. El primero en este país que consiguió un récord mundial y el primero en todo el continente europeo que bajó de los 23 segundos en los 50 metros mariposa, su prueba predilecta, en la que colecciona actuaciones impecables. “No soy una máquina”, dijo en una ocasión. Cierto. Era un niño hiperactivo y ahora es un hombre inquieto, con hambre de experiencias y mundo. Monstruos como Cavic y Phelps se humanizan cuando tienen delante a este cordobés indomable, que logró entrar en la historia del deporte español en algo menos de medio minuto. Un tiempo muy corto para demostrar que todas las largas horas de entrenamientos, viajes y soledad tenían sentido.


Rafael Muñoz Pérez (Córdoba, 1988) batió el récord del mundo de natación en 50 metros mariposa (22.43) y tiene la segunda mejor marca de todos los tiempos en los 100 mariposa (50.58). Pertenece al Club Natación Vista Alegre (Navial) desde niño y ha entrenado en el Cercle Nageurs de Marsella y en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés. Disputó los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y tiene en su palmarés más de un centenar de medallas en campeonatos provinciales, autonómicos, nacionales, europeos y mundiales.


Belén Recio
Sobre el reverso de la pintura Mal de amores
de Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874-1930)

La chica del bloque 5


“Belén, ¿te gustaría correr en serio?”. La niña rubia sonrió cuando Pilar Argueda, profesora del Colegio Calasancio, le propuso cambiar la cancha de baloncesto por la pista. Ella llevaba haciéndolo, y más en serio de lo que muchos suponían, desde mucho tiempo atrás. “Belén Recio Cuevas. Atleta”. Lo ponía bien claro en la tarjeta de visita de color rosa que sus padres le habían regalado cuando tenía ocho años. Y eso era por algo. Ahora, a los catorce, iba a tener hasta entrenador. Sus sueños se dispararon a la misma velocidad con que volaban sus pies, haciéndola inmune a los consejos de agoreros que le insistían en que querer ser velocista en Córdoba podía tener un porvenir similar al de un marroquí que aspira a ser campeón del mundo de esquí alpino. Pero siguió. Y sigue. Campeona nacional de 200 metros lisos, ha intervenido en campeonatos de Europa y Mundiales con la selección española. Belén Recio es la mujer más veloz que jamás haya nacido en Córdoba, una joven de voz dulce tras la que se oculta una competidora implacable. La sobrina de Manolo Cuevas, el presidente del Club Taurino Finito Córdoba, la hija de Rafael y Encarni, no deja de asombrarse de su propia celebridad. Es la gacela de Ciudad Jardín. La chica del bloque 5. 

Belén Recio Cuevas (Córdoba, 11-8-1980) ha militado en los clubes Cuevas de Nerja, Atletismo Sur Diputación y Terra i Mar. Especialista en pruebas de velocidad (100, 200 y 400 metros), ha sido 17 veces internacional entre 2003 y 2007, 3 veces campeona de España Absoluta de 100 metros lisos al aire (2005-2006-2007), 3 veces campeona de España Absoluta de 200 metros al aire libre (2005-2006-2007) y 4 veces campeona de España Absoluta de 200 metros en pista cubierta (2003-2005-2006-2007).

Miguel Reina
Sobre el reverso de la pintura Virgen con ángeles
de Pablo de Céspedes (Córdoba, h. 1538 - 1608)

Mano a mano

Los jugadores del Atlético, abatidos, se miraban en silencio. Él no sabía donde poner los ojos. Desde luego, no dentro de la portería donde se alojaba el balón que Schwarzenbeck había propulsado desde muy lejos para convertirlo en el 1-1. Fue un disparo seco, pegado al palo. Él era el guardameta y no pudo evitarlo. Faltaban sólo 20 segundos para la conclusión de la prórroga en la final de la Copa de Europa de 1974 entre el Atlético de Madrid y el Bayern de Múnich. Los alemanes lloraban de alegría sobre el césped del estadio Heysel. Se habían ganado una oportunidad. Los atléticos derramaban lágrimas por haber perdido la suya. Eran dolorosamente conscientes de que acababan de escribir uno de los capítulos estelares de su leyenda como gloriosos perdedores. Dos días después, en el mismo escenario, se celebró el partido de desempate: 4-0 para los muniqueses. Miguel Reina no ganó aquella Copa de Europa ni ninguna otra después. El portero cordobés compuso una extraordinaria hoja de servicios en el fútbol y el destino le concedió una segunda oportunidad. Su hijo José Manuel, en las filas del Liverpool, sueña con agarrar la gloria que un 15 de mayo de 1974 le fue arrebatada a su padre. 



 Miguel Reina Santos (Córdoba, 1946) jugó 16 temporadas en Primera División en las filas del Córdoba (1964-66),Barcelona (1966-73) y Atlético de Madrid (1973-80). Fue cinco veces internacional absoluto y tiene en su palmarés 3 Copas del Generalísimo (Barcelona, 1968 y 1971; Atlético, 1976),1 Liga (Atlético, 1976-77) y 1 Intercontinental (Atlético, 1974).++

Alfonso Reyes
Sobre el reverso de la pintura San José con el Niño
Anónimo cordobés (activo en la 1ª mitad del siglo XVI)

El mundo es mío

Se le escapa una media sonrisa cuando alguien en la calle se le acerca despacio y le dice con cierta timidez aquello de "tú eres...". "Sí, soy yo". Es el hermano mayor de Felipe, el primero de una saga extraordinaria: desde hace tres lustros no falta un miembro de la familia en la selección española. Este ingeniero de caminos encarnó ese carácter genuinamente latino que en fútbol se llamó furia española y que en baloncesto devino en un estilo indómito que revestía de dignidad las derrotas ante adversarios imbatibles, que en su tiempo los hubo en el sentido más pleno del término. Con él en la cancha, con su impactante tesón para agarrar los rebotes, con sus semiganchos casi indefendibles, con su motivador mensaje de superación, los equipos se hacían más grandes. En 1999 conquistó con la selección española la medalla de plata en el Europeo de Francia, un éxito que sirvió para remendar agujeros en el orgullo nacional después de una frustrante cadena de decepciones. Ese mismo año, en Lisboa, nació la generación que iba a cambiar la historia. Entre aquellos júniors de oro que vencieron a Estados Unidos figuraba un pívot de sorprendente madurez, que parecía disfrutar llevando el peso del trabajo duro bajo los tableros. Era Felipe, el hermano de Alfonso. Ambos compartieron internacionalidad en los Juegos de Atenas y en el Mundial de Indianápolis, el último del mayor antes de ver cómo el chico de la casa terminaba el sueño de hadas: fueron reyes del mundo en Japón.


Alfonso Reyes Cabanas (Córdoba, 19-9-1971) jugó en el Estudiantes, Unicaja, Racing de París, Real Madrid y Breogán de Lugo, conquistando 2 Copas del Rey con el Estudiantes (1992 y 2000). Fue 140 veces internacional absoluto y logró la medalla de plata en los Europeos de Francia 99 y Suecia 2003, y la de bronce en Turquía 2001.

Pepe Díaz (serie acciones)

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Se suele decir, frecuentemente tras un fracaso o una decepción, que siempre existe una segunda oportunidad. Es una verdad a medias. Ocurre, sí, pero no es una regla matemática. Hay quien se la encuentra por pura suerte, por una concesión azarosa del destino; otros se dedican a acumular méritos para ganársela, a sabiendas de que no existe ninguna garantía. A este sector se afilió Pepe Díaz el mismo día en que fue consciente de que su sitio estaba en el club de su tierra, el Córdoba, del que salió cuando era un joven con más prisas que método. Era bueno, claro. Pero para ser profesional del fútbol se precisa algo más que habilidad con los pies. Díaz peregrinó por escenarios de segunda fila durante años. Se convirtió en un jornalero del balón que nunca echaba raíces en ningún lugar. Miraba desde lejos El Arcángel Almodóvar, regresó hecho un hombre al mismo lugar en el que empezó. Una vuelta al punto de partida para levantar la voz a ritmo de goles. No hay discurso más convincente. Y en aquel estadio del que una vez se fue sin ruido hoy tiemblan los cimientos cuando miles de aficionados corean al unísono su nombre. 


José Díaz Sánchez (Almodóvar del Río, Córdoba, 1980) se forjó en las divisiones inferiores del Córdoba CF. Jugó posteriormente en el Pozoblanco (98-99), Novelda (98-01), Córdoba B (01-02), Cartagonova (02-03), Écija Balompié (03-04), Guadalajara (04-05), Baza (05-06) y de nuevo en el Écija Balompié (06- 08) antes de regresar al Córdoba en verano del 2008.

Javier López

Así es la vida

La vida es corta y está llena de obstáculos. Como una carrera de velocidad pura con vallas. Cada prueba es una metáfora en menos de diez segundos. Hay escollos que se superan sin rozarlos. Otros hacen que te tambalees, pero no te derriban. Aunque puede que sigas físicamente allí, recomponiendo la figura pero mentalmente aniquilado, engrosando tu nombre el listado de víctimas más del clásico axioma del deporte: si piensas que vas a perder, estás perdido. No hay, por supuesto, tiempo para mirar atrás. Una especialidad para jóvenes ansiosos por comerse el mundo. Como Javi, un cordobés que se enamoró un día del atletismo en su versión más electrizante: los 60 metros vallas. Pocos se atreven con una modalidad tan exigente, que reclama una respuesta explosiva del cuerpo y una alianza sin condiciones con la mente. El corredor debe ser una máquina global. Javi aprendió de todo: de los consejos de Laura Ansio, de su experiencia de varios clubes, de la competición y de las lesiones. Muy rápido. Es el campeón de España en categoría promesas y también en la absoluta en su prueba predilecta, de la que posee el vigente récord. Y quiere comprobar si por encima de ese cielo hay algo más. ¿Londres 2012?


Francisco Javier López López (Córdoba, 1989) es un atleta que ha militado en los equipos del Club de Atletismo Cordobés, Diputación Sur y Cuevas de Nerja. Es el vigente campeón de España en categoría promesas y absoluta en los 60 metros vallas.

Pablo Villarejo

en construcción


Un niño alto juega al baloncesto en el patio de un colegio. Una imagen frecuente, siempre festiva para los protagonistas, que tratan de conseguir réplicas sobre una pista de cemento de las formidables coreografías que sus ídolos realizan en los inmensos pabellones de la ACB o de la NBA, ese paraíso prometido en el que los mejores se retan entre sí. Todos sueñan con eso. Cada chaval que sobrepasa los límites de lo estándar, ya sea por sus condiciones físicas o por su habilidad, se transforma en una promesa. Hay cazadores de talentos que se dedican a buscar seres especiales por todo el mundo, expertos en detectar el gen del éxito antes incluso que sus propios poseedores.Uno de ellos vio un día en una pista de los Maristas a Pablo Villarejo, un chico grande. Pero había algo más que altura. Pablo, que fue el mejor reboteador del Campeonato de España Infantil con Andalucía, fue reclutado por uno de los grandes del sur de España, el Cajasol sevillano, donde ha ido puliendo sus condiciones para mutar en un alero competente. En el torneo de Hospitalet, uno de los más prestigiosos del continente para juveniles, logró el título con su equipo y fue elegido en el quinteto ideal. Como antes lo fueron Pau Gasol, Navarro, Rudy Fernández o Ricky Rubio. No es mal comienzo.

Pablo Villarejo (Córdoba, 1992) jugó en las categorías formativas del Maristas y fichó siendo cadete por el Cajasol de Sevilla. Ha sido internacional en divisiones inferiores con la selección española


Rafael Muñoz

El fenómeno

Cuando alguien alcanza la cima en una actividad, cuando la vara de medir el éxito esuno mismo, se suele decir que nació para eso. La naturaleza dotó a Rafael Muñoz de una estructura física perfecta para la natación. Altura, musculatura, envergadura de brazos, coordinación… Una carrocería de lujo que necesitaba un motor: la voluntad. Él la encontró, más dentro de sí mismo que en el entorno, y de conjunción surgió el más grande campeón que jamás haya visto la natación española. El primero en este país que consiguió un récord mundial y el primero en todo el continente europeo que bajó de los 23 segundos en los 50 metros mariposa, su prueba predilecta, en la que colecciona actuaciones impecables. “No soy una máquina”, dijo en una ocasión. Cierto. Era un niño hiperactivo y ahora es un hombre inquieto, con hambre de experiencias y mundo. Monstruos como Cavic y Phelps se humanizan cuando tienen delante a este cordobés indomable, que logró entrar en la historia del deporte español en algo menos de medio minuto. Un tiempo muy corto para demostrar que todas las largas horas de entrenamientos, viajes y soledad tenían sentido.


Rafael Muñoz Pérez (Córdoba, 1988) batió el récord del mundo de natación en 50 metros mariposa (22.43) y tiene la segunda mejor marca de todos los tiempos en los 100 mariposa (50.58). Pertenece al Club Natación Vista Alegre (Navial) desde niño y ha entrenado en el Cercle Nageurs de Marsella y en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés. Disputó los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y tiene en su palmarés más de un centenar de medallas en campeonatos provinciales, autonómicos, 
nacionales, europeos y mundiales.

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